Chica Busca Cibersexo

Abrí un poco las piernas y desde atrás de mis lentes oscuros podían ver al conductor espiarme por el espejito. Mas no paraste y seguiste lamiendo y bebiendo mis flujos, metías tu lengua, recorrías toda mi vagina hasta llegar a mi ano, al cual besabas e introducías la lengua como una serpiente dejándome otra vez al borde del orgasmo. Ha sido muy comentado en el pueblo el que las hermanas Mayte y Malena Maristán hayan decidido hacerme socio de todos sus negocios. Le pregunté si estaba lista para ser desvirgada (una estrategia para calentarla aún más), y me dijo que sí.